Prefiero la palabra práctica más que decir clase. Siento que practicar me refiere a volver a empezar y a asir con el cuerpo y los sentidos. Para una mejor comprensión y auto conocimiento y ojalá una vida más amable.
Voto y soy fan de volver a empezar todas las veces que haga falta y por el derecho a cambiar de opinión.
Me doy permiso de escribir e irme por las ramas, hoy todo el árbol y sus metáforas son bienvenidos.
Estuve de viaje y el otoño llegó con sus colores, volví a mí hogar y está indeciso, sigue el calor del verano con días más cortos y noches que van ganando espacio y azul oscuro.
Cambia la estación y los árboles van procesando la información, la luz que va menguando , cambiar las hojas y bajar la savia hacia las raíces.
Comprendo que si los árboles mutan lo hacen también nuestros cuerpos, a sus maneras, ritmos y posibilidades.
Cambia, entonces, la práctica de posturas de Yoga y el enfoque y atención.
Los pies son nuestras bases, cimientos, reciben todo el peso del cuerpo, cientos de terminaciones nerviosas informan al sistema nervioso de estímulos como el calzado distinto, las medias, el frío.
Hay un dicho que dice pies fríos amor de un día, pies calientes amor para siempre.
Trabajar con los pies, darles movimiento en todas las direcciones posibles más un suave masaje suele aliviar tensiones musculares y ayudar a conciliar el buen descanso.
Entonces…
¿Miraste tus pies hoy?
¿Qué calzado les brindas?
¿Tocan la tierra?
¿Cuál es tu huella?
Pies/raíz
Pies/contacto
Pies/savia
Pies/otoño